¿Qué son los vértigos? 

Es esa sensación incómoda, que la describimos como que el entorno te da vueltas, como si fueras a perder el equilibrio.

Para realizar un buen diagnóstico, deberíamos diferenciar entre tres síntomas; mareo, desequilibrio y vértigo.

Mareo

La persona define el mareo como aturdimiento, inseguridad y la sensación de que la cabeza le flota, da vueltas o está oprimida. Las frases que se utilizan para referirse a los mareos son: Como si fuera a perder el conocimiento, como si perdiera el equilibrio, como si se le nublara la vista…

Desequilibrio

Es la incapacidad de mantener el centro de gravedad dentro de la base de sustentación (el apoyo del cuerpo sobre la superficie). 

Vértigo

Se define como la sensación de desplazamiento del entorno con respecto a la persona, como si el mundo girase entorno a la persona. Es un síntoma desagradable, que va acompañada de otras manifestaciones como el desequilibrio y el nistagmo (movimiento involuntario, rápido y repetitivo de los ojos).

Hay varios tipos de vértigos dependiendo la su patología:

  • Patología vestibular periférica: se relaciona con problemas en la parte del oído interno.
  • Patología vestibular central: Problema que se origina en el sistema nervioso central. Problemas vasculares. Vértigo de origen cervical.

Vértigo cervical

Los síntomas generalmente están asociados al movimiento del cuello; causado por accidentes de tráfico (whiplash), artritis grave, puntos gatillo en musculatura del cuello…Todo esto nos va a provocar un problema vascular que afectará al riego intracraneal, así como problemas vestibulares.

En cuanto al tratamiento de los vértigos de origen cervical, la fisioterapia es una buena herramienta para aliviar la sintomatología. Trataremos la musculatura cervical, mediante estiramientos, ejercicios y terapia manual.